“…Esa maldita pócima contenida en
aquel vaso inocente, hizo que el pueblo se enfermara y no pudiera ver la
realidad de lo que venía para Girón…”
¿A
qué horas nos tomamos ese vaso de agua amarga, contaminada y dañada? . Son pocos
a quienes la respuesta no les ha dado la cara para encontrasela.Mas bien son
muchos los que han encontrado la respuesta a esta interrogación. Unos a medida
del tracto sucesivo del tiempo, otros en términos inmediatos. Se preguntarán de
qué vaso estoy hablando. Basta con recordar
aquel espectáculo de circo que se llevó a cabo en las inmediaciones de
la avenida la ceiba en el municipio amado de Girón. Cuando el ingeniero y hoy
alcalde de nuestro pueblo. Parecía estar transportándose a los sucesos bíblicos
tratando de parecerse a Jesús cuando en aquellas bodas de Caná transformaba el
agua en vino, Pues aquel pasaje bíblico, no tenía una mínima relación con lo
que pretendía hacer Jesucristo, se acababa el vino en la fiesta y Jesús concedía
más. En nuestro terrenal caso no era así aquél personaje subido en una tarima
utilizaba una fórmula química para trasformar el agua oscura contenida en un
recipiente, en agua trasparente. Aquella trasparencia que en las vísperas de
elecciones se vendía muy bien dentro de los gironeses. Aquél recipiente, aquél
vaso que se le dio de beber a los habitantes de la villa, pareció ser una
pócima hechicera, que trastornó al
pueblo y lo volcó eligiendo a los pocos días lo que hoy muchos opinan ha sido
el peor gobierno municipal de la historia republicana de nuestro patrimonio
nacional. Esa maldita pócima contenida en aquel vaso inocente, hizo que el
pueblo se enfermara y no pudiera ver la realidad de lo que venía para Girón.
Desde principios del año 2013, tal vez muy tarde empecé a darme cuenta de
aquella pesadilla de la cual estábamos despertando la mayoría de gironeses, de
pronto a causa del efecto de la pócima maldita. En ese año aún estaban en situación
de inhabilidad algunas personas, pues vivían sin aun darse cuenta de lo que
pasaba a su alrededor. Sé que antes que yo despertara, ya lo habían hecho
algunas personas, pero al trascurrir de los tiempos, hoy puedo recorrer las
calles de nuestro pueblo, y no solo las empedradas, “las bonitas”, sino como
elemento fundamental, las calles más olvidadas por la administración municipal.
Esas de arena y barro.,Donde si no te fijas puedes dañarle la pista de carros a
un niño. Esas donde se ven las huellas de pies descalzos, donde se forjan los
sueños de miles de niños de Girón. En esas calles además de todo lo malo que
sucede en su alrededor .Observo y puedo discernir tácitamente que las personas
han despertado de aquel sueño profundo, que les causó haberse tomado aquel vaso
inocente de agua. No hay un solo ciudadano que pueda hoy expresar que la actual
administración ha sido una torpeza de “cabo a rabo”. Tal vez queden algunos,
que le sumaron al vaso de agua un poquito de mermelada, y que aún siguen como
especies extrañas, pegadas a diversos beneficios que les brinda el actual mandato,
mermelada de piña con sabor a OPS, mermelada de frambuesa con adición de Puesto permanente, o tal vez una con sabor a maracuyá y frutos rojos que contiene
corrupción o enmendadura. Me da lástima por ellos, que tarde o temprano van a
despertar como se despiertan los perros a media noche, asustados. Nuevamente
caminando por aquellas calles de arena y con las casas con techo de zinc a su alrededor.,evidentemente se puede observar la descomposición social en la que crecen
nuestros niños. Descomposición a causa de falta de oportunidades de estudio
para los jóvenes, de blindaje y seguridad en los barrios más deprimidos de
nuestro pueblo, de la ausencia de programas alternos que conduzcan a la
motivación y la búsqueda de un futuro. También del abandono de los escenarios deportivos,
los parques infantiles y los lugares públicos. A esto se le suma la falta de
programas de continuidad en los estudios. La falta de control por parte de la
Policía nacional. Esa que pasa revista de vez en cuando, y no ataca los
problemas de fondo. Girón en cuidados intensivos y con un hospital que se
construyó en la imaginación del señor alcalde, así como se construyen las
historias mitológicas escondidas en las que el mismo denominó el desfile de la
identidad gironesa en las ferias. De igual forma el olvido de la
infraestructura del pueblo, sus calles que parecen ser atacadas por las noches
por meteoritos, huecos y huecos por doquier. Los parques insignia de nuestro pueblo,
de igual forma abandonados, y ¿dónde se quedó aquel proyecto de la canalización
subterránea del cableado eléctrico del casco antiguo? Lo siento ya me acordé.
En la mítica historieta. Para nadie es un secreto ni mucho menos una realidad
alejada, salir a la calle y encontrarse con un indigente acostado, o esperando
que cualquier persona pase para robarla. Si bien es cierto estas personas son
desviadas socialmente y además de eso enfermas, pero me pregunto si existe
algún programa de resocialización de estos individuos. No creo que mi pueblo,
su pueblo, el pueblo de todos, sea como muchos en el área se expresan, un
“hueco” un “moridero”. Amigos gironeses aprovechemos este renacer y este
momento de lucidez que los permite tener Dios, después de aquel trago amargo que nos tomamos, para
reflexionar y nuevamente ser estudiosos y blindarnos de no ser partícipes del
engaño, Para poder enderezar el rumbo que perdimos hace mucho tiempo. Que quede
algo claro; este gobierno verdaderamente hace historia, el peor de todos los
tiempos. Atentamente: EL PUEBLO.
Por:
Juan
Sebastián Morales Forero
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