A mis queridos lectores los saludo con un fraternal abrazo a la
distancia, presentando las más gigantescas disculpas por haberme alejado desde aquel
febrero de dos mil diecinueve (2019) cuando hacíamos alusión a lo que se venía durante
aquellos meses en materia de toma de decisiones y de concebir una sociedad
renovada cuando les decía parafraseando un poco; que no se podía desaprovechar
el momento de coyuntura en el que evidentemente nos habíamos dado cuenta de la
mezquindad del actuar político rastrero.
Aprovecho así este espacio que
con cariño llevo en mi corazón, para agradecer a Dios, a todos y cada uno de los
gironeses que el pasado 27 de octubre me acompañaron en las urnas otorgándome
una curul en el concejo municipal. Este hecho no solo reflejó la simple elección
de un cabildante, sino la verdadera cristalización del cambio naciente, la
desaprobación de la forma de hacer política tradicional y la necesidad de
llevar a las corporaciones como la mentada, a un nivel de dignidad que
trasfiera condiciones efectivas de bienestar popular. Gracias por ayudarme a
manifestar que de manera humilde y sencilla también se puede llegar a los
corazones de los electores. Perfeccionando aquella premisa de Juan Jacobo
Rousseau cuando afirma que votar es ceder una parte de la libertad para que sea
administrada por quién representa las verdaderas necesidades de la comunidad.
Al cierre de este escrito, ya ha trascurrido el primer trimestre de mi gestión
como miembro de la junta directiva de Girón, razón por la cual en la
próxima publicación se estará llevando a
cabo la rendición de cuentas correspondiente.
…
El nuevo Coronavirus (COVID-19)
ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud como una emergencia
en salud pública de importancia internacional (ESPII). Un virus de orden
global, el cual no podemos concebir a simple vista, del cual se desconoce la
magnitud de su existencia y sus futuras consecuencias, no conocemos la cifra
real de los casos de infectados ni mucho menos la de la lamentable cantidad de
fallecidos que producirá, la misma incertidumbre la tenemos frente a los
estragos que irá a generar en la economía o cuando comercializará una vacuna
que vuelva inmune a la humanidad. Así las cosas, una “pandemia”
que tiene como origen de su conformación la expresión lingüística: “todo el
pueblo “, que se muestra democrática al no distinguir raza, color,
creencia, posición política o económica. Quizá al comienzo de la aparición de
este fenómeno en Wuhan, China nunca pensamos que tuviera la cercanía que hoy
nos tiene confinados en nuestras viviendas, así tampoco concebimos la magnitud
de las consecuencias que ello traería.
La propagación del COVID -19 ha roto el telón que por la dimensión de
las tareas cotidianas no habíamos analizado de manera detenida o que tal vez
conociéndolo habríamos pasado desapercibido. Este telón ha dejado al
descubierto la necesidad de reevaluar el rumbo del mundo, aquello que parecía
oculto hoy es una urna de cristal que muestra a los verdaderos enemigos ocultos
en un mundo de egoísmo y división social. El requerimiento de pensar una
sociedad alternativa que despierte la solidaridad global. El mundo y nuestro
país desde el segundo semestre del año 2019 y durante los últimos meses vivían
situaciones traumáticas, que inclusive en diversas latitudes causaron
convulsiones a las organizaciones políticas y económicas, para no ir tan lejos
en Colombia la inconformidad naciente contra las decisiones tomadas por el
gobierno nacional, causaron un sin numero de manifestaciones, protestas y
hechos lamentables como las agresiones confusas y letales a manos de la fuerza
pública. El rechazo permanente a las políticas del presidente y la conmoción
nacional ante la difícil situación económica que vive el país hicieron que gran
parte de la sociedad saliera a las calles a exigir respeto y dignidad social.
Todo lo anterior ha sido apaciguado con la aparición del virus y aquél frenesí
junto a los sentimientos de excitación popular han tomado una pausa en su
expresión. Quizá la llegada del COVID -19 es la excusa perfecta para trabajar
unidos en la solución de un problema común, de reinventar las características
básicas de la sociedad y construir un entorno mejor. Vivimos una paradoja, hoy
el llamado es a despertar la solidaridad en un evento que nos impide tener
contacto con los demás y la respuesta es precisamente esa, la tarea mancomunada
en contra de todo lo que ha salido a la luz pública tras el enigma de las
actividades mundanas. No es momento de tener pánico, mas bien de trabajar duro y
urgente por una supervivencia respetable.
El COVID-19 es un virus que no
presenta lenguaje conciliatorio ni tampoco permite combatirlo como un enemigo,
tampoco existe salida política, las diferencias se han vuelto nulas y las
barreras que dividen la sociedad no existen, provocando así que su efecto
devastador actúe. Ahora bien, como toda enfermedad está igualmente produce efectos
secundarios que resultan mucho más peligrosos que el sufrimiento inicial; la
aseveración de conflictos, epidemias de guerra, xenofobia, racismo y división colectiva entre otras están a la orden del día. A su vez esta pandemia ha servido
para quitarnos las vendas ante una realidad inminente en donde a diario se
puede enrostrar la inmensa desigualdad social que existe en nuestra patria, de la misma forma nos damos cuenta que los estratos 1 y 2 no son los únicos sufrientes, pues asimismo la clase media es golpeada y olvidada por los programas
estatales. Quiero hacer un punto a parte porque aquí se encuentra el colombiano
de a pie, aquel que vive del día a día y que reclama del estado garantista una
organización administrativa que pueda distribuir los programas sociales de
manera equitativa, una solución a la problemática laboral y al mejoramiento de
su calidad de vida. Hoy un gran porcentaje de esta población se encuentra en el
rango de edades con mayor riesgo, con el peligro latente de no morir por el
contagio de virus, pero sí de hambre. Las ofertas no pueden convertirse en solo
frases populistas de una alocución sin sentido, al contrario deben proyectarse en verdaderas acciones
que materialicen al ciudadano un auxilio en esta difícil situación. La famosa
brecha que divide la sociedad hoy es mas que evidente, las personas que nunca
han visitado un país europeo o asiático son las que se están viendo mayormente
afectadas por el COVID -19 , esto por la terrible imposibilidad de acceder a un
sistema de salud universal que brinde las mismas condiciones a una persona que
tiene un servicio prepagado a uno subsidiado, un sistema sanitario nacional de
calidad, lo mas triste es ver como quienes no han tenido la posibilidad de
tener unas alternativas de prevención médica, es decir las personas mas
olvidadas son las que están muriendo a causa del virus, un punto sobre el cual
vale la pena detenerse. La educación es otro de los temas de inflexión sobre el
cual deben tomarse decisiones acertadas luego de lo que nos ha dejado entrever
la llegada del COVID-19 , hoy notamos como las clases de los colegios privados
no se detienen porque dentro de sus obvias posibilidades pueden acceder a mecanismos
de tecnologías de la información y la comunicación con el objeto de no alterar
su funcionamiento ante una emergencia como la que vivimos, cuestión que no es
la misma en los establecimientos educativos oficiales donde profesores y padres
de familia deben acudir en su gran mayoría a procedimientos rudimentarios y
artesanales para poder garantizar la enseñanza y evitar el ocio en los niños,
niñas y adolescentes durante el aislamiento. Ello nos debe llevar a exigir
desde cada una de las posiciones en las cuales nos encontramos, un modelo
electivo que impulse la utilización de la tecnología en materia educativa,
adaptando el sistema a las obligaciones que nos impone el mundo. Hoy podemos
ser testigos de aquello que tanto habíamos temido y que ya es palpable, un
ejemplo claro ha sido la posición dominante de las grandes superficies
económicas que se declaran en riesgo para no poder suplir las obligaciones
contraídas con el conglomerado, teniendo como único objeto que “papá estado”
vuelva a ellas en un complot desestimado por las artimañas políticas
tradicionales de nuestro país. Somos además declarantes de como los
trabajadores del común son atropellados por los empleadores que buscan por
sobre todas las cosas el interés económico dejando al olvido no solamente las circunstancias
jurídicas de la celebración de un negocio jurídico en materia laboral, sino las
necesidades de cada uno de los individuos que ponen al servicio la fuerza
humana para poder brindar condiciones de vida digna para sus familias, no es posible
que a estas alturas del juego la vida de aquellos trabajadores se convierta
precisamente en eso , en un juego. Es reprochable que las empresas que hoy
acumulan grandes colchones económicos se escuden bajo figuras jurídicas que
bajo presión utilizan para que los subordinados suspendan o den por terminada
una relación laboral y lo que resulta aún más detestable, que derechos
innegociables caigan en los vanos propósitos del acaparamiento y la riqueza. Es
cierto que el aporte tributario no puede descuidarse en una crisis como la que
hoy en día presentamos, pero no quiero dejar atrás a los amigos micro, medianos
y pequeños empresarios que a diario buscan en un mercado difícil el sustento tanto
de su núcleo familiar como el de todos aquellos que indirectamente se
benefician de los activos, empresas que están surgiendo y que requieren un
salvavidas por parte de las entidades estatales. Incentivos a quienes durante
años le han aportado a las comunidades, empleo, seguridad y buenas labores comunitarias.
El COVID -19 se presenta entonces como el peor enemigo en una guerra, que
invita a la sociedad en cabeza del aparato gubernamental a ejercer una búsqueda
permanente para salvaguardar los intereses generales. A lo mejor si seguimos
actuando como veníamos haciendo antes de esta crisis podríamos enfrentar
situaciones aun mas lamentables en un futuro, aquellas de las cuales tenemos conocimientos
y que se muestran como un león dormido que, en cualquier momento como la
epidemia, pueden despertar. Me refiero explícitamente a la desigualdad social,
el cambio climático, la falta de conciencia con el entorno humano y verde, la
proliferación del racismo y sobre todo en nuestra querida Colombia, el
establecimiento de practicas contrarias a los intereses colectivos cimentadas en
un fenómeno llamado “Corrupción” .
No es momento de dejarnos
llevar por el miedo, que resulta ser mas peligroso que el virus. Es hora de
hacer un llamado a la gran cohesión social que nos una bajo el mismo techo,
donde los sentimientos de solidaridad, resiliencia, fraternidad y tolerancia
estén a flor de piel. Esta situación nos invita a vacunarnos contra el veneno
mortal del egoísmo, la supervivencia individual y la malicia indígena donde “el
mas vivo” termina siendo el mas inútil. Es la oportunidad de sanarnos como
sociedad y concebir que somos parte de una común unidad que a gritos pide
cooperación y conciencia social.
Sebastián Morales Forero
Felicidades mi Dr Sebastián
ResponderEliminarDios te bendiga por todo lo que haces por los necesitados. Abrazos
ResponderEliminarSebastián ojalá todos los políticos y servidores públicos tuvieran la visión que tú tienes del país, gente como tú se necesita, pero que no se deje opacar o convencer para actuar a conveniencia de los poderosos..... Bendiciones
ResponderEliminarMaravilloso,Sebastian muchas gracias ud es una excelente persona.
ResponderEliminarFelicidades mi hermano buen artículo muy buen trabajo
ResponderEliminarFelicidades doctor y siempre Adelante 👍
ResponderEliminarDios le continue dando sabiduría
ResponderEliminarMuy bien Dr a para adelante
ResponderEliminarGracias Doc por tenerme encuenta muy buen articulo y sigamos orando a Dios para q pase pronto esta pandemia
ResponderEliminarPrimaso muchas gracias por tan poderosas palabras de aliento y sabiduria,personas como usted pocas aqui en la faz de la tierra con la ayuda de Dios todopoderoso vamos a salir de esta y muchas más un abrazo
ResponderEliminarmil felicitaciones y lluvia de bendiciones sebitas Girón nesecita mas personas como usted en el concejo personas que tengan amor al projimo y que no se olviden de quienes les dieron la oportunidad de llegar a donde estan personas con ese gran corazon y amor alo que hacen hombres como usted que eres un gran ser humano Dios te bendiga siempre mil bendiciones 💚 🙏🏻
ResponderEliminarExcelente artículo, mi apreciado Dr. Juan Sebastian. En los momentos de adversidad, es cuando aflora todo lo bueno y todo lo malo en los seres humanos. Que buen momento éste, para demostrar de que estamos hechos !!
ResponderEliminarInteresante su apresiacion jóvenes como tu necesita la humanidad adelante y llegaras lejos
ResponderEliminarMil gracias Sebastián. Un servidor de la comunidad con miras a, la cooperación del pueblo..
ResponderEliminarMuchas gracias Dr Sebastián x pensar en los demás y ser digno representante del pueblo
ResponderEliminarDOCTOR SEBASTIÁN GRACIAS POR SUS HERMOSAS PALABRAS DIOS TE BENDIGA Y TE SIGA REGALANDO SABIDURIA VAS A LLEGAR MUY LEJOS
ResponderEliminarGracias dr Morales por esas sabías palabras gracias muchas gracias
ResponderEliminarMuy bien Sebastián
ResponderEliminarDoctor muchas gracias por compartir sabías palabras, esperemos que Dios nos proteja a todos y nos guarde de todo mal y peligro que quiera afectarnos, sin duda es una situación demaciado difícil que afecta a todas las personas, pero oremos y humillemonos a Dios que de la mano de el saldremos adelante
ResponderEliminarexcelente reflexión Sebastián.
ResponderEliminarun abrazo desde España. con cariño
Irma
Buen artículo , gracias !
ResponderEliminarGracias concejal. Saludos
ResponderEliminar